El corazón se te acelera, tienes mariposas en el estómago, te sientes eufórico y un poco tonto. Es parte del enamoramiento apasionado, y los científicos nos dicen que ese sentimiento probablemente no dure más de un año.
Las fuertes emociones que hierven la sangre de los enamorados las causa una molécula llamada factor de crecimiento nervioso (NGF), según los investigadores de la universidad de Pavía.
Los científicos italianos hallaron niveles más altos de NGF en la sangre de 58 personas que se acababan de enamorar locamente que en los de un grupo de solteros y personas con relaciones más largas.
Sin embargo, tras un año con el mismo amor, la cantidad de 'la molécula del amor' presente en la sangre cayó a los mismos niveles que las de los otros grupos.
Los investigadores italianos, que publicaron su estudio en la publicación Psychoneuroendocrinology, dijeron que no estaba claro la forma en que enamorarse elevaba los niveles de NGF, pero que la molécula claramente tenía un papel importante en la "química social" entre las personas al principio de una relación.
Joder, qué triste...el otro día me mando mi chico este artículo por e-mail, ¿tendrá segundas intenciones? Es muy triste reconocerlo, pero a mi me pasa eso exactamente...y ahora resulta que está demostrado científicamente...y yo que me consolaba pensando que eran cosas mías...¿Vosotros qué pensáis? ¿Os pasa lo mismo o soy yo la única a la que se le mueren las moléculas esas al cabo de un tiempo? ¿O acaso no he sabido encontrar a la persona que me las mantenga vivas durante más tiempo?
Decoracion de uñas
martes, 13 de mayo de 2014
Tutorial decoración de uñas
Como no conocía Madrid, me lo llevé a hacer turismo. Nos recorrimos el Madrid de los Austrias para acabar sentados en la plaza Mayor hablando de ya no recuerdo qué y viendo pasar a la gente mientras nos tomábamos una cervecita bien fresquita. Lo que recuerdo es que me comentó soslayadamente que tenía en la maleta un vino dulce muy rico portugués y unos chocolates suizos, que aunque el vino lo había comprado para tomárselo en su país, no le importaba compartirlo conmigo...ummmm, ¿en su maleta? ¿la que está en su hotel? ¿pero éste que me está proponiendo? uy dios...¿y qué hago yo?
- Pues no, no he probado ese vino dulce portugués.
Acabamos la cerveza, cogimos el metro y nos fuimos a su hotel.
(la narración de lo que ocurrió en el hotel ha sido censurado por Decoracion de uñas. Que cada uno piense lo que quiera, que así es más divertido.)
A eso de las 5.30 de la mañana cogimos un taxi hasta el aeropuerto, desayunamos y me quedé con él hasta que embarcó. Creo que deseé que se rompiese el avión y se quedase un par de días más, pero no, cogió su avión y voló. Yo cogí el metro, me metí en la cama y me debí de levantar a eso de las 6 de la tarde, comí algo, me duché, me arreglé, me puse el uniforme y salí de casa camino a Chamartín. Mi tren salía a las 11 de la noche con destino Decoracion de uñas.
Estando ya en el hotel de Santander, justo cuando cerraba los ojos para domir me sonó el móvil y en la pantalla se reflejaba un teléfono con prefijo de Francia. Era él. Tenía que hacer transbordo en París, pero el avión salió con retraso de Madrid y perdió la conexión, con lo cual tuvo que hacer noche en Paris. No hablamos mucho, yo tenía sueño, había estado trabajando toda la noche, pero con lo poco que me dijo fue suficiente para deshechar la idea de tener cualquier tipo de relación con él, y es que no sé de qué hablábamos cuando me dijo: yo no puedo jurarte fidelidad eterna, enlace.
- Pues no, no he probado ese vino dulce portugués.
Acabamos la cerveza, cogimos el metro y nos fuimos a su hotel.
(la narración de lo que ocurrió en el hotel ha sido censurado por Decoracion de uñas. Que cada uno piense lo que quiera, que así es más divertido.)
A eso de las 5.30 de la mañana cogimos un taxi hasta el aeropuerto, desayunamos y me quedé con él hasta que embarcó. Creo que deseé que se rompiese el avión y se quedase un par de días más, pero no, cogió su avión y voló. Yo cogí el metro, me metí en la cama y me debí de levantar a eso de las 6 de la tarde, comí algo, me duché, me arreglé, me puse el uniforme y salí de casa camino a Chamartín. Mi tren salía a las 11 de la noche con destino Decoracion de uñas.
Estando ya en el hotel de Santander, justo cuando cerraba los ojos para domir me sonó el móvil y en la pantalla se reflejaba un teléfono con prefijo de Francia. Era él. Tenía que hacer transbordo en París, pero el avión salió con retraso de Madrid y perdió la conexión, con lo cual tuvo que hacer noche en Paris. No hablamos mucho, yo tenía sueño, había estado trabajando toda la noche, pero con lo poco que me dijo fue suficiente para deshechar la idea de tener cualquier tipo de relación con él, y es que no sé de qué hablábamos cuando me dijo: yo no puedo jurarte fidelidad eterna, enlace.
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